viernes, junio 09, 2006

¿Cuál el futuro de las Ciencias Sociales?

El Futuro de las Ciencias Sociales.

(Resumen del panel sobre los textos de Immanuel Wallerstein, Edgardo Lander, Pierre Bordieu y Fernando Calderón) (*)

Autor del presente resumen: alumno Javier Mancilla Luna
En el panel, las cuatro participantes efectuaron un resumen de los trabajos propuestos por los autores señalados. Luego se efectuó una plenaria en la que se dieron preguntas y respuestas. El siguiente es un punteo de las síntesis señaladas:

PIERRE BORDIEU
Aclara que un intelectual que interviene en el campo político no necesariamente se convierte en un hombre político.

Critica a los intelectuales que se encerraron en su Torre de Marfil critican a la comunidad comprometida por su falta de "neutralidad"., erróneamente identificada con la objetividad científica.

Cuestiona el uso de la autoridad intelectual como arma política.

Plantea que los intelectuales, es decir artistas, escritores, y científicos, que se comprometen en una acción política son indispensables para la lucha social especialmente cuando se dan las formas totalmente nuevas que adquiere la dominación.

Rescata la idea de que se forjen intelectuales colectivos que someta al discurso dominante a una crítica lógica de su léxico (como por ejemplo las palabras mundialización, flexibilidad, etc).

Recuerda que sectores conservadores usaron mecanismos similares que se tradujeron en los programas políticos del ex Presidente de EEUU, Ronald Reagan o la ex Primer Ministro Británica, Margareth Thatcher.

Critica el llamado universalismo por que sirve en realidad a los grupos dominantes y por que impide el camino a la formación del Estado Nacional. Propone que el intelectual trascienda la frontera sagrada, grabada en sus mentes, para salir del microcosmos académico y entrar en interacción con el mundo exterior, a través, por ejemplo, de sindicatos, asociaciones y otros grupos en lucha. Recomienda que esta intervención se mediante una combinación improbable pero indispensable: que una política de intervención en el mundo político que obedezca, lo más posible a las reglas vigentes en el campo científico. Sugiere, trabajar en un colectivo internacional, que debe inventar una nueva forma de hacer política y dar fuerza simbólica, con los medios que ofrece el arte, a las ideas, los análisis críticos y la develación de las consecuencias de las medidas políticas inspiradas por las filosofías neoliberales.

IMMANUEL WALLERSTEIN
Este autor parte de al siguiente interrogante: ¿Cuál es el tipo de ciencia social que debemos construir ahora?
Se refiere a su dispersión organizacional de las ciencias sociales, a la batalla por los recursos económicos o presupuesto para su desarrollo.

Habla de la fuga de las actividades de investigación a niveles aún más altos del sistema educacional y se pregunta sobre si en los siguientes 50 años las universidades seguirán siendo la base organizacional de la investigación académica frente, por ejemplo, a institutos independientes, privados o comunidades sistémicas por medios electrónicos.

En ese contexto, detecta tres problemas en torno a los cuales sugiere crear consensos: a) La relación entre el investigador y la investigación. Al respecto señala que ningún científico puede ser separado de su contexto físico y social. Toda medición modifica la realidad en el intento de registrarla y toda conceptualización se basa en compromisos filosóficos.

b) Otro problema para el autor se refiere a la inserción de las variables de tiempo y espacio en los análisis.

c) Otra dificultad es la manera de superar las separaciones artificiales, erigidas el siglo XX entre lo político, económico y social.

Propone que la reestructuración de las ciencias sociales debe ser el resultado de un trabajo intelectual colectivo, de interacción mundial, con la participación de todas las perspectivas, climas , razas y miradas posibles.

Sobre los seres humanos y la naturaleza señala que es necesario reconocer que los principales problemas de una sociedad compleja no se pueden resolver descomponiéndolos, (fragmentándolos) en pequeñas partes que parecen fáciles de manejar analíticamente , sino más bien abordando estos problemas , a los seres humanos y a la naturaleza, en toda su complejidad y en sus interrelaciones.

También cuestiona, el modelo que se sigue en las ciencias sociales, por el cual se fija al Estado como frontera natural de la vida social. Critica un pensamiento "estadocéntrico".

En ese marco, cuestiona la idea de "progreso", considerado como un proceso de constantes mejoras , que sería obra de expertos, bajo la tutela del Estado.

Ante ello, señala que hay fenómenos transestatales, fenómenos globales y las complejas estructuras locales, regionales. Recuerda que desde la década de 1960, la idea de la historización y el uso de periodos más largos para el análisis empírico, ha cobrado cuerpo.

Sobre lo universal y lo particular, en la clase del día jueves 8 de junio de 2006 de la Maestría en Comunicación Estratégica, se planteó la disyuntiva de mirar Latino América –y sus problemas- desde la perspectiva de los propios latinoamericanos (con cabeza propia) y la necesidad o no de insertar estas miradas en el plano de lo universal . Este tema aún está en debate.

Al respecto, Wallerstein resalta el llamado a conformar una ciencia social más multicultural o intercultural.

Este nuevo escenario, agrega, se encontró con nuevas manifestaciones de darwinismo social que, entre otros aspectos, vuelve a la vida a ideas referidas a la supervivencia del más apto, la racionalidad tecnocrática, olvidando las visiones alternativas del mundo y de sus portadores, suprimiéndolos de la memoria colectiva de las sociedades modernas.

Frente a esta situación afirma que además de reconocer las voces de los grupos dominados, será difícil la forma de incorporar sus experiencias de esos grupos para alcanzar el conocimiento objetivo de los procesos sociales.

También propone conformar una academia multilingue, para tener una adecuada comprensión de la significación de los conceptos.

Respecto a la objetividad se pregunta ¿la objetividad de quien? Al respecto recuerda que los estudiosos tiene sus raíces en un ambiente social determinado y, por lo tanto, usan presupuestos y prejuicios que interfieren en sus percepciones e interpretaciones de la realidad.

Señala que los estudiosos han optado por validar sus hallazgos, uso de metodologías entre ellos creando algo así como un "juicio intersubjetivo".

En ese contexto, el autor plantea combatir la fragmentación del conocimiento, abrir las puertas a la inclusividad, hacer énfasis en la historicidad, mantener un persistente cuestionamiento a los modelos teóricos para disminuir factores subjetivos, ampliar la definición de las fronteras dentro de las cuales se produce la acción social.

Concluye en que es posible tener un conocimiento más válido y que el reconocimiento de las bases sociales, del conocimiento no está en contradicción con el concepto de objetividad.

EDGARDO LANDER

Señala que América Latina, históricamente, ha sido vista con una mirada externa colonial, eurocéntrica, influida por el positivismo. De ello devienen la aflicción por las diferencias existentes en la región, el discurso colonial. El continente es pensado a partir de un modelo: un sujeto que es blanco, masculino, urbano y cosmopolita. El autor habla de un "positivismo científico colonial".

Frente a estas miradas, recuerda al estructuralismo de la CEPAL y el enfoque de la dependencia de los 60 y 70. Precisa que las ciencias sociales de esa época no establecen deslindes absolutos entre los juicios de hecho y los juicios de valor y no se teme a la asociaciones entre producción de conocimiento y compromiso político.
Dice que prima, más que los estudios cuantitativos y la indagación empírica, el esfuerzo interpretativo global que da cuenta de los procesos históricos, políticos, sociales y culturales como realidades que no puede ser descompuestas en compartimientos estancos.

Recuerda que en el Cono Sur las ciencias sociales fueron alejadas de las universidades con un desplazamiento hacia centros privados. Critica que las universidades se hayan convertido en territorio del reflujo de organizaciones de izquierda derrotadas en otros espacios de la sociedad.

Plantea recuperar las universidades como espacios de producción intelectual y pone en entredicho la expansión de los estudios de gestión y administración que se enmarcan en la lógica del fin de la historia y, por ello sólo hablan de gestionar en forma eficiente el orden existente. Critica los modelos de evaluación universitaria.

Recuerda que el posmodernismo y el neoliberalismo son dos de las influencias teóricas preponderantes en las ciencias sociales latinoamericanas. Critica la desaparición del mapa cognitivo de las relaciones económicas y toda noción de explotación. Critica la visión del desarrollo como una gran carrera universal hacia el desarrollo.

En contraposición, destaca los estudios subalternos, el análisis del discurso colonial, la teoría poscolonial, el afrocentrismo y todo material que trascienda la noción eurocéntrica.

FERNANDO CALDERÓN

Este autor boliviano, para empezar, señala que los sociólogos son como constructores de mapas de la realidad ya que ésta no habla por si sola.

Comparte la visión de René Zabaleta Mercado, sobre Bolivia, en sentido de caracterizarla como una sociedad abigarrada, es decir donde perviven modos de producción capitalista, feudal, esclavista, comunitaria etc.

Calderón critica la relativa debilidad para explicar esta sociedad y su viabilidad en un contexto internacional difícil.

Destaca el aporte de Sergio Almaraz, Zabaleta, entre otros. Recuerda que los regímenes dictatoriales significaron una "noche gris" en el campo de las ideas.

Tras recordar el influjo del neoliberalismo en las ciencias sociales, alerta sobre los efectos negativos de la modernización.

Propone la integración sociocultural, el rescate de la memoria histórica, la experiencia organizacional y de los lazos culturales y ancestrales.

Sugiere trabajar en la reconstrucción del Estado, un Estado fuerte , en un marco de integración, solidaridad social, especialmente para los más excluidos. Propone también la reconstitución de un tejido sociocultural, el fortalecimiento de los actores sociales y sus acciones. En suma, sugiere buscar opciones diferentes a lo neoliberal y, a partir de alli, construir un nuevo orden social que no gire exclusivamente en torno al mercado.

"Se trata, en definitiva, de la búsqueda renovada de la nación en la región", afirma el autor.

Algunas cuestiones para el debate

1) ¿Los intelectuales deben intervenir en el plano del compromiso político para desmontar el discurso de dominación?

2) ¿Quiénes pueden o no ser considerados intelectuales y bajo que criterios?

3) ¿Se puede complementar la visión de pensar America Latina desde Latinoamericana con la universalización del conocimiento?


(*) Estos textos fueron resumidos y presentados de manera grupal en una exposición efectuada el jueves 8 de junio de 2006 en el marco de la Maestría en Comunicación Estratégica de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB).
Autor del resumen: alumno Javier Mancilla Luna